En este taller vamos a mostrarte curiosidades de nuestros procesos de fabricación, así conocerás mejor la dedicación con la que hacemos nuestras piezas.
La idea es la chispa que inicia cualquier actividad, viene marcada por nuestras experiencias, el estado anímico, el conocimiento, las tendencias...
El diseño es el segundo paso...Plasmar esa idea, hacerla visible para todo el mundo es otro gran reto. De nada sirven las ideas si no se exteriorizan, si no haces participe a los demás de ellas. La manera más sencilla es a través de un dibujo, unos sencillos trazos para modelar eso, que de momento, sólo tú puedes ver.
En MALESSE todavía hacemos esos dibujos previos con lápiz y papel.
Cada detalle, cada curva, cada línea es importante...
El modelo es la sublimación de todos estos ingredientes.
¿Es convincente nuestro modelo ?...
Si tenemos dudas no hemos conectado con el conjunto " idea-diseño-modelo”.
Habrá que retroceder hasta el punto donde falló...
¿Empezamos?...
LA IDEA Y EL DISEÑO ...
En este caso, se trata de un caballo de inspiración etrusca. Aquí te mostramos el dibujo sobre el que construiremos el prototipo original que posteriormente nos servirá de modelo para la producción de las piezas finales.
EL MOLDE
Nuestros artesanos construyen el modelo original sobre unas tablillas de madera de boj o de haya. Se transfiere el dibujo con papel carbón a los moldes.
Sobre la madera se incorporan unas guías como las de la imagen adjunta, para que las dos partes del vaciado coincidan.
EL TALLADO DE LA MADERA
El siguiente paso requiere oficio, experiencia y buen pulso. Se trata del tallado de la madera .Siguiendo las líneas del dibujo… profundizando más o menos sobre el molde, conseguimos el volumen deseado.
Se talla, para finalizar, un embudo que comunicará el exterior con la parte interior del molde y por el que posteriormente penetrará el metal fundido, a este pequeño embudo lo llamamos “bebedero”.
Una vez acabado el tallado del molde, comprobamos, con plastilina de escultor comprimiéndola contra el molde, si la huella creada es lo que buscamos, profundizando más si fuera necesario. Aquí es crítico el buen hacer del modelista, pues al molde se le puede “quitar” material, pero es muy complejo “añadir”.
Es un proceso delicado…de menos a más.
LA FUNDICIÓN
Una vez satisfechos con el resultado de la “huella”. Procedemos a la “Prima “que es la primera colada o fundición. El molde se fija con las guías y se sujeta con un “gato” para comprimir las dos partes del molde y evitar posibles pérdidas del metal fundido.
La precisión del encaje de las dos partes del molde es muy importante para evitar esas fugas y para un mejor acabado de la pieza evitando trabajos adicionales.
El metal se vierte en un “crisol” y se calienta hasta el punto de fusión, en este caso con un soplete, hasta conseguir que el metal se haga “caldo” vertiéndolo en ese instante sobre el bebedero del molde, que por gravedad, penetra en el interior de éste adquiriendo su forma interior.
Pasados unos minutos y tras comprobar que el metal ha fraguado, procedemos a abrir el molde, retirando los gatos de sujeción y despegando las dos partes sujetas firmemente con sus guías de posición.
La apertura del molde es un momento mágico, en un instante, la idea, el diseño y el molde han dado su fruto, el diseñador ve cumplido su sueño.
La idea se ha convertido en realidad. Probablemente, no exista nada tan gratificante…
Extraemos la pieza de metal, examinamos si el fundido ha sido satisfactorio y pasamos al siguiente proceso. En algunas ocasiones, la “Prima” no ha llenado todo el molde o el metal estaba demasiado caliente o demasiado “frió” y debemos repetir este paso.
REPASO Y PULIDO
En la astillera de la mesa de joyero, vamos dando los últimos retoques.
Se corta el bebedero y las rebabas de metal sobrante (aunque el molde esté completamente ajustado pueden aparecer en algún punto de la pieza).
La segueta o sierra de calar es herramienta imprescindible para este trabajo.
El limado y lijado perfila definitivamente la pieza eliminando, suavizando o corrigiendo pequeñas imperfecciones.
En la mano, ha de notarse suave al tacto y sin partes agudas o punzantes, evitando así posibles daños.
Ahora ya podemos notar su peso, su brillo, su textura…ya no es necesario imaginar.
El último proceso para dar por acabado el trabajo es el pulido.
En joyería decimos que una buena pieza tiene tanto trabajo de montaje o fabricación como de pulido y acabado.
Normalmente utilizamos poleas de pulir de trapo de algodón, aunque hay de muchas clases… de cuero, de sisal, de cáñamo de alambre etc.
El acabado puede ser brillo o mate, picado, chorreado etc…
EL MODELO
Podemos estar satisfechos, la pieza tiene el alma de su creador, hemos conseguido mediante todos estos procedimientos artesanales concretar nuestra idea, no ha de ser una réplica exacta de lo dibujado…¡Ha de ser mejor!
"EQUUS"
"Equus” formará parte de la colección MALESSE de la próxima campaña.
En Malesse esperamos que hayas disfrutado y descubierto algunos de los secretos de nuestras piezas…
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